jueves, 28 de junio de 2007

Cuando no decimos lo siento


¿Por qué nos cuesta tanto decir lo que sentimos? Tengo la sensación de que el mundo en que vivimos cada vez tiende más a aislar socialmente a los individuos enseñándonos a no ser débiles y decir lo que sentimos cuando realmente queremos gritar a veces lo que de manera tan absurda guardamos dentro y terminamos sin compartir.

Quizás es la edad y resulta cierto que cuanto mayores somos más huraños nos vamos volviendo. El ser humano es egoísta por naturaleza y ahora ampliamos esa parcela también a nuestros sentimientos. Quizás la experiencia nos haya hecho aprender que cuanto más nos abrimos más vulnerables somos al resto…Lo único que somos capaces de vomitar en muchas ocasiones son reproches y criticas destructivas que nos reafirman en esta nueva posición de “tip@s duros” protegiéndonos así ante los demás a pesar de que en infinidad de ocasiones nos morimos por decir “perdón” y buscar el calor del otro.
Sólo de pensar en las miles de cosas que se pueden quedar en el cielo de nuestra boca y que nunca serán dichas hace que un escalofrío incómodo me recorra la espalda.

Al hilo de esta pequeña reflexión (debo estar con el día cruzado) os dejo un texto que se difundió hace tiempo por Internet y se atribuyó a Gabriel García Márquez (aunque parece ser que se ha demostrado que no es suyo) que refleja de manera bastante fiel el color con el que me he levantado esta mañana.

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate! Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que les ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse!. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres...He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo." Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

martes, 26 de junio de 2007

El reino de los infieles




Pese a mis reiterados intentos de sentarme a escribir algo día tras día (os juro que cosas que contar no me faltan…) el sueño y las obligaciones me lo han impedido. Prometí hacerlo con más asiduidad y menos mal que no me jugué nada. Pero a Dios pongo por testigo que las cosas han estado lo suficientemente liadas como para no permitírmelo.

A lo que vamos, no sin antes rendir mi más sincero homenaje a ese “Fary” que nos ha dejado recientemente. ¡¡Un saludo estés donde estés “fenómeno”!!

Hoy me apetece tratar un tema bastante trillado pero a la orden del día en todo momento, y es la infidelidad, que parece ser que nunca pasa de moda y, en los tiempos en los que corren incluso es de gente “rara” no serlo. Afortunadamente creo que hoy en día ya no exclusiva de los hombres y las mujeres comienzan a “liberarse” o, mejor dicho, a ser menos discretas en todo lo que rodea a su mundo sexual.

Yo me pregunto…¿tendrán razón? Los seres humanos somos animales racionales (esto último comienzo a dudarlo) por lo que lo normal sería, a imagen de la naturaleza, que digan lo que digan a mi me sigue pareciendo muy sabia, no tener una pareja estable si no relacionarnos con tod@ aquellos miembros de nuestra especie que nos parezcan sexualmente atractivos. Por suerte o por desgracia el marco cultural en el que nos encontramos censura este tipo de comportamientos por lo que hemos “aprendido” a canalizar toda esa energía sexual en una sola persona. A pesar de todo ello la infidelidad sigue existiendo y existirá por lo que algo en esa fórmula falla.

¿Qué nos lleva a buscar otras personas? ¿El aburrimiento? ¿El bajón químico que produce el dejar de estar enamorado? ¿La monotonía de pareja? ¿La necesidad de autofirmarse ante uno mismo? Supongo que el continuo es enorme y la combinación de factores da como lugar a ilimitadas posibilidades o excusas para serlo en las que, personalmente, no me apetece entrar porque daría para una discusión de ensayo de Universidad. Ahí os dejo unas pocas que podéis ampliar con vuestros comentarios.

Por otro lado ¿qué es lo que consideráis infidelidad? Hay personas que sólo la consideran si se realiza acto físico pero, a día de hoy, con las nuevas tecnologías Internet proporciona un espacio virtual en el que proliferan las relaciones esporádicas y encuentros para tener conversaciones subidas de tono y videoconferencias picantes que nos hacen “evadirnos” por un rato de la realidad y alimentan nuestro ego o sacian nuestra curiosidad. Personalmente para mi si que constituyen una infidelidad al uso, ya que la intencionalidad y “secretismo” del acto lo convierten en algo “prohibido” culturalmente si tienes pareja.

En fin, el tema da para mucha chicha y mi tiempo, ahora, es limitado.

Conclusión: Que cada cual haga lo que le apetezca siempre y cuando sea consensuado con su pareja y el que no que campe libre y deje de dar por saco.

Hasta más ver.

domingo, 10 de junio de 2007

¿Por qué los cambiadores sólo están en el baño de mujeres?


En teoría nos pasamos el día hablando de la igualdad entre hombres y mujeres, que no queremos una sociedad machista y mil tópicos más... pero realmente creo que socialmente esta bien visto la igualdad pero en lo que se refiere a padres y madres, todo da un giro de 360º y sólo existen las madres, de repente los padres pasan a un segundo plano. No me considero una madre peor por intentar que realmente sea al 50%, pero realmente la sociedad es machista, cuando mi marido llevó al enano por primera vez a la pediatra, esta le dijo que era la primera vez que veía que un padre llevaba a su hijo a la primera revisión, cuando estuvimos en el Hospital y se quedaba a dormir, miraban un poco raro, en plan ¿dónde está la madre?, si vamos a cualquier sitio, enseguida "cógele, mami"... muchas cosas que me indignan porque yo pienso que es una experiencia preciosa y que quiero que nuestro chiquitín si tiene la oportunidad pueda ir creciendo con ambos en todos los sentidos, incluso para darle el bibe... pero realmente lo que me ha sentado fatal es que los cambiadores de bebé estén directamente en el cuarto de baño de las mujeres, no sé si os habéis fijado alguna vez, pero sí, las cosas son así, debe ser que sólo nosotras tenemos el don de poder cambiar a nuestros hijos, en algunos centros comerciales, Hospitales... tienen el detalle de poner un cuarto independiente, generalmente para minusválidos y para poder cambiarles, pero sino, sólo hay en el de las mujeres. Entonces... cuando un hombre va tan feliz con su bebé, para mí algo bastante natural, qué hace en el momento que quiere cambiarle en un servicio público. a) entra en el baño de hombres y le tira en el suelo para intentar cambiarle. b) entra en el baño de mujeres pudiendo parecer un pervertido... (que está a la orden del día). c) deja al niño de cualquier manera, manchado hasta poder llegar a casa..... Conclusión, que no podemos ir por la vida queriendo una sociedad en la que todos seamos iguales, sino empezamos con algo tan sencillo como ayudar a que padre sea igual a la madre, en lo posible, claro está.